Esta obra trata de los retos humanos de la inteligencia artificial y de la importancia de la ética y la política para responder ante ellos. El futuro de la superinteligencia es tan estimulante en sus ventajas como incierto e incluso inquietante en algunos de sus usos y consecuencias en el orden de la vida en general y, en particular, del ser humano y sus valores. El robot no es una máquina puramente computacional. No tiene sentimientos ni intencionalidad, pero sí la racionalidad más que suficiente para tomar decisiones por su cuenta. Los algoritmos le permiten dar respuestas imprevistas incluso ante las situaciones más complejas. Puede haber robots benéficos y liberadores, pero también robots déspotas y criminales. ¿Somos los humanos actuales seres suficientemente desarrollados en el curso de la evolución como para conocer y tener bajo control a seres que ya nos superan en inteligencia ¿Tiene interés en nuestro estado evolutivo actual el tener bajo control algo de constitución tan nueva y de funciones tan impactantes sobre nosotros como es el robot Si lo tiene, hemos dado un paso adelante en la preservaci