Romper el silencio narra en primera persona la impactante historia de Estefanía Igartua, cuya vida ha estado marcada por los diferentes malos tratos recibidos en su infancia; entre ellos, el más monstruoso de todos, que tu propio padre abuse sexualmente de ti. Más tarde, durante su adolescencia y gran parte de su juventud, se dejó utilizar como un objeto por muchos hombres, convirtiéndose en su peor enemiga porque se despreciaba. Sentía odio, rabia y vergüenza hacia su persona, algo que no sabía cómo gestionar. No pudo tomar las riendas de su vida hasta que se hizo responsable de su destino y se dio cuenta de que debía quererse, respetarse y amarse para que los demás pudieran hacerlo. Para lograr tal cambio y evolución tuvo que vivir muchas situaciones trágicas y aberrantes, pero gracias a la ayuda de las personas que creyeron en ella fue capaz de ser una mujer valiente, resiliente y luchadora que consiguió recomponerse. Ahora quiere ayudar a otros supervivientes que han pasado por lo mismo que ella para que sepan que existe un rayo de luz entre tanta oscuridad, que con esfuerzo, voluntad y constancia se puede salir adelante.
Gracias a la carrera de Psicología pudo comprender su comportamiento e identificar que había sufrido TEPT (Trastorno por Estrés Post Traumático), ansiedad y depresión, entre otros trastornos mentales. A veces poner nombre a las cosas supone todo un alivio y te permite buscar soluciones. Tras muchos años de terapia, de reflexión y de esta gran revelación de sus síntomas, pudo pasar por diferentes etapas, momentos muy difíciles y traumáticos que la llevaron a alejarse de sus ideas suicidas. Incluso es capaz de perdonar sus errores y de perdonar a su agresor, su padre, porque pudo llegar a comprenderlo que no es lo mismo que justificarlo. El perdón ha tenido un efecto liberador y ha traído la paz a su vida. Desde ese día vive en armonía consigo misma, ha aceptado su pasado y es lo que hace que pueda mirar al futuro con una mirada entusiasmada del presente. ¿Te atreves a conocer su historia?