¿Es posible no acudir a su reclamo? ¿Puede alguien escapar a un embrujo que no cesa? ¿Qué lo sigue haciendo tan atractivo a las almas anhelantes de belleza o de respuestas? Grandes aventureros como Almásy o Lhote recorrieron el Sahara durante años y no lograron desentrañar su misterio; ¿qué puede hacer un mortal, sino vivir su aventura? ¿Te atreves a dejarte arrebatar por los encantos del desierto más fascinante del mundo? A lo largo de las líneas de este sugerente y exquisito relato podrás conocer el Sahara de una manera excepcional, de la mano de un viajero apasionado que ha sido acogido por él como uno más de sus distinguidos tuareg o de sus fornidos bambara. Por ellas, no solo tendrás la oportunidad de adentrarte en la inmensidad de las dunas insondables que acaso esperas: también te perderás entre sus imponentes desfiladeros, te arrojarás a las inseguras aguas de una guelta, serás invitado a comer por una familia de algún valle perdido; llegarás por una ruta a callejuelas perdidas de aldeas olvidadas y te verás inmerso en el bullicio ensordecedor de la civilización que nace tras la