Una propuesta divertida. Una historia familiar propia de un culebrón, en la que el narrador teje enredo tras enredo hasta hallar la solución para un desenlace increíble. Esta historia ha encontrado en las ilustraciones de Inés Vilpi, el espejo en el que mirarse, recrearse y multiplicarse, provocando la risa, la sorpresa y la ternura en el más exigente lector. No tiene desperdicio. Encantará a toda la familia.