Luigi Pirandello destaca por una profusa y brillante producción teatral, particularizada por la creación de personajes con una fuerte carga psicológica y por juegos donde los protagonistas de sus obras están en constante búsqueda de su identidad, siempre dialogantes entre el mundo de la representación y la realidad.
Seis personajes en busca de autor, estrenada originalmente en 1921, supone la consagración de Pirandello como dramaturgo. La obra, concebida como un drama metateatral, narra cómo los propios personajes de la pieza a representar acuden al director de escena para que les permita llevar al teatro la historia que el autor no quiere escribir: el trágico encuentro de un padre y una hija en una casa de citas. Los personajes querrán representar o revivir la realidad ante el espectador.