Saldad vuestra deuda conmigo, señor Merrick
Cuando el famoso Jonas Merrick descubrió que la esposa de su mayor enemigo estaba endeudada hasta el cuello, le ofreció un trato; podría saldar su deuda trabajando en su cama. Pero Jonas se quedó más que sorprendido cuando apareció en su lugar su inocente e ingenua hermana, que se ofreció como pago a aquel inquietante libertino.
Inesperadamente conmovido por la belleza, la inocencia y la inteligencia de la joven Sidonie, aquel ermitaño despiadado supo que deseaba seducirla más de lo que imaginaba. En vez de una mártir en su cama, quería siete días para que ella se mostrara dispuesta.