El hombre equivocado podía ser el hombre perfecto para ella.
La pura atracción animal era algo que desdeñaba la directiva Jane Morgan, siempre tan correcta y recatada. Así pues, ¿por qué se sentía tan atraída por William Chase, que tenía los bíceps llenos de tatuajes y llevaba botas con refuerzo de acero en la puntera? ¡Aquel hombre se ganaba la vida haciendo saltar cosas por los aires!
Jane se concedió a sí misma una sola noche, explosiva y llena de fantasía, con Chase. Al día siguiente, volvió a ser la aburrida Jane, que solo se relacionaba con hombres convencionales.
Sin embargo, cuando su querido hermano se convirtió en sospechoso de un asesinato, fue Chase quien acudió en su ayuda. Y Jane descubrió que un hombre con experiencia en la vida sabía una o dos cosas sobre cómo averiguar la verdad