"¿Podemos estudiar de manera racional una realidad tan íntima, tan personal, tan tangible como la lectura? ¿No se destruye la relación mágica que existe entre las obras y sus lectores tratándola como cualquier objeto de estudio?". A lo largo del siglo XX se comenzó a investigar los hábitos de la lectura como una de las primeras actividades que permitían conocer el nivel cultural de la población. Los métodos estadísticos de la sociología brindaron las herramientas para ello. Pero ¿hasta que punto son fiables?.
Los estudios reunidos en el presente volumen analizan los enfoques de la sociología de la lectura y sus resultados. Las cuestiones de cómo se lee, cuántos libros se leen, qué géneros prefieren los lectores según su edad, procedencia social y nivel de estudios se revelan como más complejas de lo que parece: ya no se puede delimitar las lecturas asociando ciertos géneros literarios con clases sociales, sino que hay que reconstruir las formas de experiencia que viven los lectores socialmente diferenciados en su contacto íntimo con las obras.