En mayo de 2017, aparece un coche calcinado con un cuerpo en el maletero cerca del pantano de Foix. Una prótesis de columna permite reconocer el cadáver: Pedro Rodríguez, agente de la Guardia Urbana de Barcelona. La investigación destapó entre otras cosas, mentiras, encubrimientos y relaciones paralelas que consternaron a la opinión pública y dibujó como pieza central de esta tragedia a Rosa Peral, que siempre lo quiso todo.