Dos pequeños navegantes crecen en el vientre de su madre en un mar tranquilo. Se forman y juegan a surcar los mares en un bonito barco velero. En el esperado momento de conocer el mundo el mar se agita y se produce una fuerte tormenta, haciendo que los dos hermanos caigan al mar.
Su fortaleza por mantenerse a flote y su mutuo apoyo hace que se conviertan en un gran equipo.