Christian Salmon desvela cómo una buena historia es la nueva arma de distracción masiva que los políticos utilizan para vender sus mensajes al público. Un libro de cabecera para entender cómo se construye la imagen de la actualidad: la narración como una manera de simular, convencer y movilizar a la opinión pública.
Desde hace unos años, el arte de contar historias se ha convertido en el arte de la manipulación. Comunicación política, construcción de imaginarios, mentiras sofisticadas, el «storytelling» resulta mucho más eficaz que la propaganda porque no pretende modificar las convicciones de la gente, sino que busca hacerla partícipe de una historia apasionante, de una gran novela. Apunta a la credulidad. Hemos pasado así como afirma el autor de la opinión pública a la emoción pública. Lo importante continúa el autor ya no es el debate de ideas, sino la regulación de las emociones.
«Storytelling» es en sí el arte de contar historias con un fin comercial, político, moral, religioso. Un arte peligroso que en manos de los «gurús» del capitalismo se ha convertido en un arma «nuclear» de comunicación.
«Así pues, el arte del relato que, desde los orígenes, cuenta, esclareciéndola, la experiencia de la humanidad, se ha convertido bajo la insignia del storytelling en el instrumento de la mentira de Estado y del control de las opiniones. Tras las marcas y las series de televisión, pero también en la sombra de las campañas electorales victoriosas, de Bush a Sarkozy, y de las operaciones militares en Irak u otra parte, se esconden las aplicaciones técnicas del storytelling. El imperio ha confiscado el relato. Este libro cuenta este increíble atraco al imaginario».
Christian Salmon