Guillermo Samperio ha trazado una obra literaria llena de vida. Lo ha hecho a partir de una imaginación que a menudo parece desbocarse pero que queda unida a una firme estructura que fluye por una prosa sin tregua. Así ocurre desde los años setenta, cuando aparecen sus primeros libros, muestrarios de su vocación y de sus preocupaciones sociales.