En este libro, que se alza a partir del singular universo de la cultura bereber, el escritor Cristian Crusat amalgama narración, ensayo, biografía y relato de viajes. El lector se halla, entonces, frente a un texto de frontera y de fronteras en el que el discurso se subordina en todo momento a una convicción: la de que la literatura representa el verdadero espejo donde se refleja el mundo.