Un día cualquiera, en un pueblo normal y corriente, nació un bebé... Hasta aquí todo normal. Pero cuando dos estrellas chocaron en el cielo y el polvo de la colisión cayó sobre el hospital donde había nacido Charlie, las cosas dejaron de ser normales. El polvo de estrellas se coló por la ventana de su habitación y se posó con suavidad sobre su cabecita, cuando nadie estaba mirando. A partir de ese momento, Charlie dejó de ser un bebé como todos los demás y se convirtió en un súper bebé. Había nacido ¡Super Charlie!