Knoxville, Tennessee, década de 1950. Cornelius Suttree deja atrás su vida acomodada, abandona a su mujer, compra una barcaza y se convierte en pescador. Su nuevo mundo es el río, donde su destino se une al de los vagabundos, ladrones, prostitutas y demás parias cuya vida transcurre entre la mera supervivencia y una muerte sórdida.
Así, la historia de Suttree -que comparte los rasgos tradicionales de los héroes de McCarthy: solitario impenitente y víctima de un aislamiento que no acaba de entenderse del todo- se convierte en el relato de una vida anónima, sin compromisos, que explora la existencia en sus formas más rudas de un modo que no está exento de lirismo, también en una reflexión sobre la identidad y la ausencia de propósitos en la vida. Con una estructura narrativa muy simple, construida a base de episodios que dejan una huella indeleble en la memoria, esta obra, que ha sido comparada con el Ulises de Joyce por la densidad de su prosa o con Las aventuras de Huckleberry Finn por la omnipresencia del río, confirmará a McCarthy como un clásico de la narrativa contemporánea.
«Un auténtico grande de la literatura contemporánea, inclemente pero compasivo hasta vencer la náusea.
Con toda certeza, un maestro.»
La Vanguardia