Un paso firme en la evolución estética tiene mucho que ver con la alquimia, donde fondo y forma, de manera simbiótica ejerce en el lenguaje poético su propio avance. La ética, como la concebía Espinoza, más un sesgo oriental en sus parámetros, es su campo de batalla. Yulino Dávila da un ejemplo en estos lances. Su atrevimiento y la eficacia, dejan traslucir ese agudo reverberar de lírica mundana que marida equilibradamente con la ontología y la metafísica. Imágenes y ritmos inéditos es el resultado de esta aventura, conde la poesía sale límpida y casi se prodría decir beneficiada. Arriesgado proyecto para los tiempos que corren.