I. LUQUE, DIANA / PARRA BRUNA, PAULA
Diana I. Luque tiene dos virtudes ?pero no solo estas dos? que
respeto y admiro: el talento y la constancia. Nunca deja de aparecer
con propuestas nuevas. A cualquier objeción responde con una
mejora atrevida e insospechada. Encuentra con rapidez e ingenio
soluciones a los problemas que se le plantean. Está tan dispuesta
a defender las razones de su trabajo como a valorar y estudiar los
criterios que difi eren del suyo. En Felicidad, marca registrada aparece
la demencia mediante un personaje cuya visión de la realidad
está distorsionada, un personaje que forma parte de una familia
que lo tiene todo para ser feliz, pero que no lo es ?no puede serlo
cuando se vive «por encima de sus posibilidades»?, un publicista,
Félix, que pertenece a un grupo desideologizado e insolidario, y
cuyo trabajo tendrá consecuencias perniciosas sobre la sociedad
en su conjunto.
Pedro Víllora
La autora chilena Paula Parra parece sentirse cómoda navegando
por las coordenadas dramáticas de la muerte y la memoria. Su obra
La Paz está protagonizada por un coro de ancianos que no se sabe
con certeza si están locos, cuerdos, vivos o muertos. Pero de lo
que sí puede estar seguro el lector es que esta obra nace como
una tribuna para reivindicar la memoria de una barbarie. Aunque la
dramaturga no pretenda ajustar cuentas en La Paz con la dictadura
chilena de 1973, tampoco puede olvidar que nació en Santiago de
Chile, capital donde se ubica el barrio que da nombre a la presente
obra, que comparte título con una de las comedias más conocidas
de Aristófanes. El coro de ancianos desarrapados de La Paz
y su corifeo travestido podían haber acompañado al ciego de los
romances de Goya, participado como figurantes en Misericordia de
Galdós, o protagonizado una obra del polaco Tadeusz Kantor.
Juan Antonio Vizcaíno