Tiempo de tranvías es, como Portugal, descubrimiento. Sus poemas son el producto de la fascinación "pela descoberta" de una geografía, una historia, una cultura "e uma língua" tan deslumbrantes como desconocidas para la inmensa mayoría "dos irmãos que vivem no outro lado da raia". Como los dibujos "dos calceteiros", se han ido componiendo de piezas que el viajero encuentra "no seu percurso", elementos que en sí mismos carecen de valor pero que van adquiriendo significado y belleza con la alquimia del conjunto. La integración, "a mixtura", el contraste, son ingredientes esenciales en cada una de las fórmulas que un poema supone y que se van combinando verso a verso. De ahí que muchas veces el poeta escriba al dictado, dejándose llevar "pelo fascínio" de una palabra que lleva "a outra palavra", de una imagen que se desenvuelve en sí misma con todos los matices que marcan un ritmo impredecible. Y llegamos así a otra de las características de "O tempo dos eléctricos": la música. Las vocales y la calma fluyen con compases diferentes que pretenden conceder al lector el tiempo necesario para navegar por la evocación de lo sugerido. Evidencia y "sigilo", intertextualidad "e imaginario" se alternan pretendiendo "o convívio" como el más natural de los mestizajes. Sus poemas abarcan una amplia geografía temática con la pretensión del que añade la mayor diversidad "aos seus painéis de azulejos". Sus páginas son reflejo de lo cotidiano, una lenta normalidad transcendida por la magia del que escucha y mira para ver más allá de lo evidente. Subliminar la decadencia. Sobreponerse a la vulgaridad y el derribo hasta ser merecedores de una herencia de mares abiertos. Subir al mirador hasta comprobar desde la altura como "todo o Mundo é composto de mudança", sí, pero bajo la insistencia de una prometida modernidad, aún es posible aventurarse en el espacio "do pequeño rectángulo" para descubrir la exquisitez y la bravura para hacer un imperio. Ese es el homenaje de Tiempo de tranvías, "roteiros de navegadores" que se escriben en el cuaderno de bitácora de sus páginas cuando somos uno y múltiples, cuando enfilamos la proa para el lado de la bruma y nos atrevemos a salir del estuario.