El arranque de la historia está en el encuentro entre el director y la autora, María Pagliaro. Un encuentro de vidas que se reconocen en la poética de la sincronicidad. Porque las coincidencias pendientes nos esperan detrás de una puerta. Y tal vez nos toque a nosotros llamar o entrar. O quizás solo hay que quedarse escuchando para comprender que todo está aquí aunque no se vea.