La vida de Lynn Barrett se convierte en una pesadilla cuando a su hija Caitlin se le diagnostica un cáncer de hígado terminal. La escasez de órganos hace que incluso candidatos idóneos para un transplante fallezcan mientras esperan que se les pueda realizar la operación. Desesperada, Lynn recurre a un traficante de órganos que encuentra en Internet quien, curiosamente, enseguida le confirma que ha encontrado a una donante perfecta. Entretanto, Roy Grace está trabajando en un caso en que a los restos de tres jóvenes que han aparecido en las profundidades de la costa de Brighton les faltan los órganos vitales... La pista llevará a Grace Rumanía donde operan las mafias de traficantes de órganos de los que el detective sospecha. En Traficantes de muerte, Peter James ahonda en un tema tan escalofriante como actual: el tráfico de órganos.