Cuando Lucy conoce a Nate en Venecia sabe al instante que él es su verdadero amor. Cuando se besan al atardecer en una góndola bajo el Puente de los suspiros parecen sellar -de acuerdo a la leyenda- el romance para siempre. Pero la vuelta a sus países de origen y la distancia hacen que todo se enfríe y Nathaniel, desde Norteamérica, deje a Lucy por teléfono anunciándole que se va a casar con otra.
Diez años más tarde Lucy se muda a Nueva York y capta que no ha podido quitarse a Nate de la cabeza. Aún perdura en ella el influjo veneciano. ¿Cómo conseguirá deshacerse de él? Porque para siempre es muchísimo tiempo...