Cuando me pareció que eras tú la que caminaba entre aquel grupo de jóvenes, sentí que mis sentidos me estaban jugando una mala pasada. Pero no, eras tú, y tus ojos me miraron como si no hubieran dejado de verme en todos esos años, y tu risa sonó en mis oídos como si hubiera estado durmiendo dentro de mí y en aquel instante se despertara.