Del ganador del prestigioso Christopher Award por su excelente guion de El viejo y el mar. En Una bicicleta en la playa, Peter Viertel nos transporta a la California de su adolescencia para revisar, con la perspectiva que le permite el paso de los años, un importante episodio de su pasado.
La California de la década de 1930 es el soleado paraíso perdido que el protagonista, Carl Woolf, un guionista cinematográfico de mediana edad, rememora al relatarnos la sobrecogedora historia de su primer amor con Pamela Gordon, una mujer que casi le dobla la edad y esposa de un célebre actor de la época, con la que mantendrá una intensa relación clandestina.
La luminosidad del paisaje idílico que enmarca este amor adolescente se verá ensombrecida por las alarmantes noticias que llegan de una Europa en la que resulta ya evidente el implacable avance de los fascismos que afectará de manera especial a los Woolf por su condición de emigrados judíos, y el amor de Carl y Pamela, tortuoso y apasionado, será el reflejo del sueño dorado de California, un sueño que se antoja ficticio mientras el resto del mundo sucumbe a la Guerra.
Viertel regresa a Hollywood y a Santa Mónica, escenario también de destacadas novelas de escritores tales como Scott Fitzgerald, Raymond Chandler o Bud Schulberg, entre otros, que como él contribuyeron a fijar en nuestro subconsciente un territorio casi mítico, célebre además por la nómina de autores que allí residieron, como Christopher Isherwood, Bertold Brecht o Frank L. Baum.
Muchas son las coincidencias entre la vida de Peter Viertel y la del protagonista de Una bicicleta en la playa, Carl Woolf, así como entre sus respectivas familias. Coincidencias autobiográficas que se aclaran y se detallan en la interesante introducción preparada por los traductores Carmen Partal y Marcos Rodríguez.
«Una bicicleta en la playa merece ocupar un lugar destacado entre las grandes novelas sobre Hollywood de autores de la talla de Scott Fitzgerald, Bud Schulberg y Norman Mailer.» Leslie Bohem, Los Angeles Time.
«Una fascinante historia de amor tan hermosa y conmovedora como Verano del 42.» Chicago Sun Times.