Una selección de los mejores poemas de Michael Krüger de cinco décadas, que revelan a un observador insobornable y reflexivo. Krüger sabe captar el mundo y tocar la esencia de las cosas en lo pequeño e infravalorado. El fluido verbo con el que se pronuncia -a veces con (auto)ironía, siempre con un vasto dominio de la tradición poética- sobre personajes que cruzan su camino, la conversación de los animales y plantas o procesos interiores propios, contiene ese necesario contrapunto grave que corresponde a un talante hondamente humanitario y político.