Universidad y Derecho son dos términos que, en su proyección histórica, sugieren una relación muy estrecha y permanente desde la creación de aquella en la baja edad media europea -Bolonia/ius commune-; y concretamente en los orígenes de nuestra doméstica realidad histórica universitaria desde hace más de siete siglos -el Alcázar de Sevilla/Las Partidas-. Pues estos embriones de Estudios Generales o Universidades, como más tarde se denominarían, fueron procreados principalmente para enseñar lo primero que se debe saber cuando se trata de convivir en sociedad: las normas o soluciones para la organización social, el Derecho. Porque sin el conocimiento de la ordenación social resulta muy difícil acceder eficazmente al de los otros conocimientos o saberes de categoría universitaria. Universidad y Derecho, con cierta histórica perspectiva, por demás, representan argumentos que se incardinan en mi trayectoria académica: soy profesor universitario, enseño e investigo el derecho y, además, lo hago con metodología histórica.
Éste es un libro sobre las normas que organizan la institución universitaria -la Universidad (sus estatutos)- y, asimismo, sobre las que se refieren a la planificación de los estudios en el centro universitario en el que se enseñan las soluciones de organización social por antonomasia: la Facultad de Derecho. Éstas me despertaron especial interés con motivo del desempeño de determinados cargos de gestión muy unidos a ambos asuntos: el de Secretario General de la Universidad, ejercido bajo dos mandatos rectorales (1984-1986 y 1988-1992), que acontecieron durante la turbulenta aplicación de la constitucionalización de la autonomía universitaria; y el de Decano de la Facultad de Derecho, también durante dos mandatos sucesivos (2006-2014), que se correspondieron con acontecimientos asimismo muy ajetreados, tanto académicamente (la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior -Plan Bolonia-), como desde el punto de vista de la sede iuris (el sonado traslado de la Facultad desde la Fábrica de Tabacos a la Pirotecnia). Acontecimientos todos dignos de estudio, que me permitieron involucrarme en estos temas (Universidad/Derecho), con el lógico enriquecimiento que proporciona el compromiso de haberlos vivido, en algunos casos, de manera intensamente práctica. Se trata de estudios históricos marcadamente presentistas, aunque envejecidos en su historicidad por la pátina que le otorga el hecho de ubicarse el objeto historiado en el pasado siglo.
Integran esta obra un ramillete de seis de trabajos dispersos en revistas y capítulos de libros -escogidos de entre otros de índole similar-, que constituyen, a mi modo de ver, valiosas contribuciones al estudio de la Universidad de Sevilla y de su Facultad de Derecho durante el siglo veinte.