AA.VV
Un panorama inédito de las rotundas escenas crepusculares y nocturnas de Van Gogh. Desde escenas de atardecer y nocturnas, temas de noche y crepusculares en sus escritos, colores y paisajes, hasta poesía de la noche. Presenta los cuadros que influyeron en sus sucesores y en los que el artista se revela como uno de los más singulares precursores del arte moderno. A Vincent van Gogh, pintor del color y de la luz, le fascinó durante toda su vida la representación del crepúsculo y de la noche. Muchos de sus cuadros y dibujos plasman esas horas, en particular. El ejemplo más famoso es La noche estrellada, que pintó en Saint-Rémy en junio de 1889, lienzo en el que supo captar con un brío extraordinario la atmósfera canicular de un firmamento cuajado de estrellas. Van Gogh admiraba profundamente la tradición pictórica de los paisajes crepusculares y nocturnos, y en sus inicios siguió los pasos de la Escuela de Barbizon. Con el tiempo, sin embargo, desarrolló un estilo totalmente propio, hasta llegar a la representación de "la luz en la oscuridad", empleando un colorido sorprendente y una pincelada rítmica. En sus palabras: "A menudo me parece que la noche es mucho más viva y rica en colores que el día".