En primavera del año 1239, en el Mont-Aimé, próximo a la pequeña población de Vertus, en el norte de Francia, durante el reinado de Teobaldo I de Navarra, conde de Champaña, 183 cátaros, hombres y mujeres, son ejecutados en la hoguera acusados de herejía. El responsable del crimen es un fraile, Robert Lepetit, llamado “el bugre”, nombrado inquisidor por el Papa Gregorio IX. Debido a sus muchos y horrendos crímenes, a su crueldad y sadismo, es depuesto, juzgado y expulsado de la orden de los dominicos. Escapa de la cárcel y emprende el camino hacia Compostela.