as treinta y cinco pinturas que nos han llegado de la mano de Jan Vermeer (1632-1675) lo sitúan junto a Rembrandt y Frans Hals como uno de los grandes maestros de la edad de oro del arte holandés.
Poco se sabe de los primeros años y la formación de Vermeer, aunque podemos estar seguros de que nunca obtuvo grandes éxitos ni elogios en vida y que, tras su muerte -se cree que causada en parte por el estrés de sus deudas-, su obra fue olvidada casi por completo durante prácticamente dos siglos. Y, sin embargo, hoy es reconocido como un artista de talento exquisito y suma originalidad. Muchos de sus cuadros (reproducidos en su totalidad en este libro) muestran mujeres en sus quehaceres cotidianos. Vermeer representa las tareas y obligaciones femeninas, los imperativos de la virtud que rigen sus vidas y los sueños que proporcionan el fundamento de su mundo de contrastes.