Antes de cumplir quince años, Sandra Martos descubre su inclinación sexual y asiste a la separación de sus padres; dos circunstancias que la harán sentirse en desventaja con el mundo que la rodea hasta que conoce a Isa, una chica mayor que ella, que le abrirá las puertas de la vida. Desde ese momento, estará en guerra permanente con sus orígenes y buscará respuestas y cobijo fuera de la familia, en la amistad, así como en el cine y en los libros, únicos lugares donde la desolación y el desamor pueden resultar hermosos. Inconsciente de la fugacidad del tiempo, se lanzará a vivir convencida de que su inconformismo no remitirá, del poder magnético de la amistad y de algunos amores y de la durabilidad de los sentimientos, sin saber que un amigo puede ser el agua pero también el desierto. Una novela puramente humana, con más preguntas que respuestas, con una prosa realista, capaz de iluminar las zonas más oscuras de la condición humana y de matizar las más luminosas.