Él era ambas cosas, convirtiéndose en un explorador y en un experto tirador... un hombre con el que se podía contar. Conocía los más recónditos caminos tan bien como cualquier Shawnee, pero estaba muy lejos de sentirse cómodo en los salones de Williamsburg. ¿Qué podía hacer un rudo colonizador como él con la protegida y hermosa sobrina del gobernador? Pero parecía que no había modo de evitar a la "Viuda Virgen", especialmente cuando ella insistía en acompañarle en una peligrosa misión a través de la jungla de Fort Savannah. Ni la captura, ni la tortura, ni el violento nacimiento de una joven nación podrían separarlos o frenar la aparición de una nueva dinastía de Duncans.