Una jornada en la que el gozo de vivir, el placer mismo de lo que lo rodea, constituye una epifanía terrenal y vitalista realmente fascinante.
Con una minuciosa atención al detalle y un exquisito uso del lenguaje, Aub hace de esta obra indefinible un verdadero híbrido literario, un relato preñado de un lirismo exuberante; quizás un poema en prosa, un texto donde lo poético se revela como un canto total a la vida.
La frescura, el deseo de vivir, el hedonismo natural que desprende el texto cobra mayor importancia en la trayectoria literaria de Max Aub si tenemos en cuenta el contexto histórico y personal en el que fue escrito.