Asumiendo el hecho de que no hay sistema de salud capaz de afrontar a una pandemia como la generada por la covid-19 sin la adopción de medidas extraordinarias y sin una gestión altamente cualificada, es una realidad aceptada por distintos y prestigiosos foros de expertos y reflejada por encuestas internacionales que el modelo sanitario español, basado en un sistema mixto entre la sanidad pública y la sanidad privada, encuentra un marco de colaboración y coexistencia cuyo único objetivo es la salud del ciudadano. Y además, es un modelo de éxito que pocos discuten y que es moneda común en el seno de la Unión Europea.
Frente al posicionamiento de un sector fuertemente ideologizado que niega cualquier tipo de colaboración entre la sanidad pública y privada que permita asegurar los niveles de calidad alcanzados por la sanidad española, y que no entiende de la necesidad de colaboración entre ambos modelos para garantizar la sostenibilidad
del sistema, la realidad es tozuda y viene a demostrar que la coexistencia y la colaboración se imponen.
En este complejo mundo de la sanidad española, sea pública, privada, mixta, concertada o sea cual sea la fórmula en la que se pueda englobar cualquier hospital o clínica española, el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada lleva cinco años consecutivos realizando un seguimiento del sector de la salud en España a través de su Índice de Excelencia Hospitalaria. Cinco ediciones del IEH que se han constituido en un pulsómetro que permite aproximarse, de manera fidedigna, al estado de nuestros hospitales, buscando, con rigor y objetividad, tomar el pulso sobre la excelencia hospitalaria en base a los resultados y percepciones de los profesionales que trabajan en los centros o en su entorno, sin valorar la propiedad de los mismos.