David Parera es un fotógrafo vocacional que busca, a través de su creatividad, suministrar belleza al mundo. Tan convencido está de la necesidad de retratar paisajes nocturnos de edificios y calles de Madrid como de postergar todos sus proyectos de vida junto a su novia Yolanda hasta no haber logrado el éxito. Aurora es una galerista que lleva tres décadas derrochando su patrimonio en el romántico empeño de promocionar la fotografía, tantos como luchando contra el alcohol. Treinta años mayor que David, mantienen sin embargo una unión casi espiritual que prevalece por encima de su relación profesional.