Desde Algeciras, entre la luz del Atlántico y la brumosa claridad del Mediterráneo, con viento de Levante o de Poniente, Juana Ríos nos invita a sumergirnos en las aguas de un puerto de palabras y emociones. Sus poemas, como cantos de sirenas a veces aturdidas, en ocasiones feroces, evocan la belleza y la dureza escondidas bajo nuestro oleaje, en las corrientes profundas de los corazones eternamente ansiosos. Surcar las aguas de esta ensenada poética es zambullirse en un mar donde todas las historias son una y cada sensación es de todos. El viajero sólo ha de dar una brazada entre versos y dejarse arrastrar como si fuera el resto de un naufragio, o saltar de un poema a otro sin importarle el rumbo. Sea cual sea su itinerario, terminará cruzando todas las Aduanas de agua con el pasaporte lleno de sellos, deseos, caricias, fiebres de pasión: senderos de vida.