Uno de los primeros peldaños de esta escalera fue la publicación de Bukowski Club. Jam session de poesía 06-08. Recién establecidos en Madrid, habíamos oído hablar del local como una referencia nocturna cuanto menos interesante.
Y lo era. Y lo es. Inés Pradilla, reina de reinas tras la barra, y Carlos Salem, salteador de poetas y futuro autor de Escalera, acogieron las propuestas de presentaciones que les ofrecimos. Como excusa, casi irrefutable: tenemos que ir al Buko para organizar, nos convencíamos, y acabábamos acodados en la barra, otro tercio, Inés, por favor, que tenemos que organizar. Conocimos a unos cuantos parroquianos, y en algún momento surgió la antología. De los habituales a la lectura abierta de poesía de los miércoles, que inauguraba Charly García a los altavoces y Salem con la voz fragmentada y chispeante. Y publicamos la antología.
Desde entonces, tres años atrás, cuando nuestra escalera era un esbozo de peldaños, no hemos vuelto a publicar poesía. Seguimos con la narrativa. Con los beat, con hallazgos contemporáneos, con autobiografías jugosas. Dedicarnos también a la poesía hubiera dificultado aún más nuestra labor, y conocemos varias editoriales (algunas de ellas encabezadas magistralmente por autores recogidos en Bukowski Club. Jam session de poesía 06-08) que ocupan con dignidad y saber hacer ese campo.
Y apareció David González. El poeta.
Chicos, Boix y yo hemos hecho, nos dijo, una selección generacional de autores, nacidos entre 1970 y 1987. A lo mejor os interesa. Un abrazo fuerte.
Era David González. Teníamos que echarle un vistazo.
Hablamos varias veces con Eduardo Boix, coantólogo y poeta. Envío de manuscritos, correcciones, echar para atrás fechas, echarlas hacia adelante... En fin, el preludio. Él, paciente y generoso. Nosotros, aturdidos y con prisas.
Pero aquí está. Con un tremendo elenco de poetas desarrollados en la democracia. Voces fuertes y jóvenes y sedientas.
Queremos darle las gracias a ellos, por darnos la oportunidad de celebrar la poesía con otra antología; a David González y a Eduardo Boix; y a los que compran, y, sobre todo, viven la poesía.
El mundo es mejor con ellos dentro