Miembro cofundador de la revista Cántico (Córdoba, 1947-1949, 1954-1957), Pablo García Baena (Córdoba, 1921-2018) está considerado como uno de los poetas más destacados de la poesía española del siglo?xx. Su vida puede dividirse en tres etapas: su juventud y años cordobeses (1921-1965), su estancia en la Costa del Sol (1965-2003) y su retorno definitivo a Córdoba (2003-2018).
Es autor de una breve pero significativa obra resumida en Rumor oculto (1946), Mientras cantan los pájaros (1948), Antiguo muchacho (1950), Junio (1957), Óleo (1958), Almoneda (1971), Antes que el tiempo acabe (1978), Gozos para la Navidad de Vicente Núñez (1984), Fieles guirnaldas fugitivas (1990) y Los Campos Elíseos (2006), a la cual habría que añadir Claroscuro (2019), ahora en prensa. Su labor poética está recogida en numerosas antologías, así como en la Poesía completa (1940-2008) (2008).
Entre los premios más importantes otorgados a lo largo de su vida figuran el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y la Medalla de Oro de la Ciudad de Córdoba (1984), Hijo Predilecto de Andalucía (1988), Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla (1989), Premio Andalucía de las Letras (1992), Medalla de Oro de la Provincia de Málaga (2004), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2008) o el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2012). En 2017 la Junta de Andalucía lo declaró Autor del Año 2018.
La publicación ahora de estos cuarenta y dos sonetos de Pablo García Baena suscita muchas consideraciones y preguntas, también tal vez la más importante: cómo fue cambiando si no la «ocasión» de su escritura, sí la variación que fue experimentando el poeta sobre la concepción, rechazo inicial y naturalidad posterior, el uso de una composición de tanto prestigio en las literaturas europeas y que han cultivado poetas a los que Pablo admiraba incondicionalmente, como Dante, Shakespeare, Garcilaso, Lope de Vega, Góngora, Rubén o Federico García Lorca.