Una bohemía insólita, desatada e imaginativa, formada por músicos de rock, pintores, escritores y poetas se mezcla en los años setenta en una ciudad costera, A Coruña, convertida en un profundo sumidero que, mientras agoniza, parece gemir como un animal herido. En ese estercolero urbano donde sopla el viento, llueve a mares y se advierte la amenaza de la negrura de los océanos, la protagonista de Aquí empieza el mar madura en busca de su propia identidad con una voz narrativa de enorme potencia. Blanca Riestra deslumbra a los lectores con un relato vivo, en el que la poesía, el humor y un paisaje ominoso se alían para crear una epopeya de autodestrucción personal —común a multitud de personas de su misma generación— de la mano de las drogas, la fantasía y el sexo. La ficción, de nuevo, se impone para ofrecer un mundo mucho más atractivo, reconocible y sincero que el que ha tratado de fijar la realidad.