«Rompimos el corazón de nuestra madre y nos convertimos en lo que somos.» La artista que ha inscrito su visión de nuestro mundo en poderosos himnos, baladas y letras desvela en esta deliciosa colección de poemas su universo más íntimo: el vínculo con la naturaleza y el paisaje, su mapa interior, las contradicciones del individuo, su meditación sobre la muerte y con la fe. Un monólogo interior fresco y original impregnado de influencias eclécticas como las de Rimbaud, Picasso, Arbus, o William Blake, cuya poesía la acompañó desde que, a la edad de ocho años, su madre le regaló un ejemplar de Canciones de inocencia y de experiencia. La gran creadora que confesó «Si tuviera que quedarme con una sola cosa sería la literatura» deslumbra con su poesía.