Decidme: ¿qué ha sido de éste, mi cuerpo? ¿ Dónde está la piel de la felicidad? Decidme, ¿ por qué tengo alas negras? ¿ Por qué mi voz busca el graznido? Y me siguen sombras que piden la mía, entre los aullidos del viento. Decidme: ¿por qué acepto la llamda del Cuervo?