BREVE TEORÍA DEL DESASTRE. Quizá la publicidad subliminal te haya hecho ver el título sobreimpresionado en la caja de cereales donde acostumbras a guardar el revólver. Es posible que se lo hayas cambiado por tu último paquete de tabaco a tu compañero de celda o simplemente lo hayas comprado. Da igual la forma en la que haya llegado a ti. El milagro es que has recorrido el camino hasta la Breve teoría del desastre, una porción de materia oscura que seguirá por aquí cuando ya no quede nada del momento que habitamos. Somos desastre, por eso el autor busca en sus propias tripas el retrato de un mundo incierto donde presente, pasado y futuro descarrilan en una realidad poblada por bestias capaces de arrancarnos los labios o convertirnos en objetos ilustrados. David Sarrión lo combate con versos que hacen mutar algo dentro del lector por su tono extremadamente honesto y ?nada grave?, como el dolor espiritual de Ángel González.