Un hambriento ratoncito da unos mordiscos a una seta, a un trozo de queso y a un rabanito. Hasta que, buscando más comida, se mete en la boca de un gato. Cuando descubre que se equivocó y decide escapar, se topa con una ratoncita igual de hambrienta que él y que entró donde no debía. Un cuento delicioso, ideal para aprender a nombrar frutos, hortalizas y otros alimentos.