José Jiménez Lozano decía que Delibes «es un cartógrafo y un geólogo, un ornitólogo y zoólogo, y un registrador de vidas y narrador de historias, pero de "su" territorio. La Castilla real que está en la base de sus narraciones es, desde luego, la Castilla-Castilla, la Castilla original al norte del Duero, pero la Castilla real de sus libros que nos hace ver Castilla -porque acomoda nuestro ojo, porque eso es lo que hace un escritor: acomodarlo para que vea hasta por detrás y por dentro- es la Castilla de Delibes, su territorio, como Yoknapatawpha lo es de Faulkner.» La visión delibiana de Castilla se complementa en este libro con la del fotógrafo Navia, quien nos aporta su mirada sobre una tierra por la que siente un antiguo afecto.