Ciega en Granada trata, sobre todo, de hacer justicia a una mujer, maltratada por la historia. Gerald Brenan cuenta en Memoria personal, su relación con Juliana, una muchacha con 15 años, de una familia pobre de Yegen, que entra a servir en la casa del inglés. Un año después, la criada tiene una hija. La niña crece en un ambiente de pobreza hasta que el hispanista vuelve para llevarse a la pequeña. "...Mantuvo en su corazón el amor por su hija. Vivió siempre con la esperanza de encontrar a su hija entre alguna de aquellas inglesas de ojos claros que perseguía por el laberinto turístico de la Alcaicería hasta que, ya ciega, sólo podía imaginar a su hija, la hija de Brenan", escribe el autor.
Años antes del estreno de Al sur de Granada, película de Fernando Colomo sobre Brenan y muy centrada en la relación entre el escritor y la joven criada, se había publicado Ciega en Granada, con la versión los hechos contada, esta vez, por Isabel, hermana de Juliana. La película ofrece únicamente la parte interesada del escritor que mantiene relaciones con una menor de quince años. Alejandro Víctor García, en el prólogo, reflexiona al respecto:
"Quizá sería injusto estropear la reputación del Brenan que nos hemos forjado a través de tantas agradecidas y magistrales lecturas de su obra, pero más injusto sería pasar por alto el lado en sombra de su vida, una cara oculta que Antonio Ramos recompone en este libro tan necesario como ineludible para fijar el talante moral de un hombre lúcido, aventurero y, aunque procedía de una familia adinerada, poco ostentoso.
Un fino intelectual inglés atrapado en la trama de una historia de pobres".