Publicada en julio de 1950 en las páginas de Starling Stories ( y posteriormente en volumen en 1951 ), la novela que hoy les ofrecemos tiene varios puntos a su favor muy importantes. El primero, que en 1965 su tema volvió a ser empleado de nuevo por uno de los más grandes del género, Robert A. Heinlein, en su novela Los Dominios de Farnham. Si ya conocen, por encima que sea, el argumento de la presente novela ( que una ciudad de los tiempos de la Guerra Fría es enviada junto con todos sus habitantes al más lejano e inimaginable futuro a consecuencia de una detonación nuclear sobre la misma ), verán que las semejanzas con la novela de Heinlein son más que unas pocas. Sin embargo, en la novela de Henlein, como no podía ser menos, tratamos con auténticos individualistas; en la de Hamilton, por el contrario, los personajes deambulan en un conjunto unitario.
Por otro lado, esta ciudad en el fin del mundo es tan parecida a la miniaturizada ciudad de Kandor, capital del mundo de Krypton, mundo natal de Superman, que no es extraño ver que el creador más conocido de la misma sea el encargado de narrar alguna de sus más fascinantes aventuras del futuro.