Desastres Naturales son los trozos del naufragio que pude rescatar en la orilla. Es la historia de un viaje a la deriva, solo de ida, que nunca llegó a buen puerto. Son las veces que me pregunté a mí mismo quién era, y también el silencio que se oyó como respuesta. Es entender que aceptar no signi?ca perder. Son las luces y las sombras que un día nos cobijaron o cobijarán a todos. Es amor, ira, melancolía, nostalgia y esperanza. Son los gritos que se quedaron en la garganta, una huida hacia adelante en la que mirar atrás sí estuvo permitido. Es la risa que un día cerró mis ojos, los sueños que me quitaron el mío, y los que se ahogaron en el tintero. Son los quizás que terminaron dándose, los "yo siempre" y casi todos los "yo nunca". Son las miradas que se perdieron en la duda, los escalofríos que acompañan a los ?nales. Son las veces que supliqué al tiempo detenerse, los atardeceres atrapados en fotografías que un día tuvieron vida.