Durante una visita a un museo, en Praga, Ana ve su pasado reflejado
en un cuadro. Un retrato que le recuerda a Eleonora, una persona a la
que desearía haber olvidado. La única noche en que las dos se encontraron,
siendo adolescentes, cometieron un crimen que escandalizó a
todo Brasil: prendieron fuego a unos cartones bajos los cuales dormía
un indígena.
Deshielo narra los hábitos de una élite acostumbrada a trasgredir los
límites, pero aborda también el ritual de desafíos propio de las disputas
territoriales entre adolescentes, donde el coraje, el prestigio y la sumisión
definen el lugar de las personas en el grupo. Reflexiona sobre el
proceso de maduración y educación de los jóvenes encarcelados, bajo la
implacable vigilancia de la opinión pública y el estigma perpetuo con el
que carga un criminal.
La novela es también la historia de una amistad improbable y del difícil
retorno a la sociedad.
La autora construye figuras egocéntricas que, según ella, sólo se vuelven capaces