El uso terapéutico de los alimentos es tan antiguo como el hombre.
Los alimentos que escogemos para formar parte de nuestra dieta, al igual que las cantidades utilizadas, influyen directamente sobre la salud. Por tanto, conocer los alimentos y su composición nutricional es totalmente necesario para asegurar una alimentación equilibrada. Si esta se adapta a los cambios que comportan todas las etapas de la vida puede ejercer una función preventiva frente a la aparición de enfermedades como diabetes, hipertensión, dislipemias, algunos tipos de cáncer, alergias, etc., e incluso ayudará a curarla en caso de que ya se haya manifestado.