La poesía española ha tenido sus exponentes más visibles en una serie de poetas que han marcado pautas en épocas diferentes, siendo referentes de sucesivas generaciones. La dictadura franquista, cuando más difícil era hacer cualquier cosa, incluso poesía, tuvo poetas testimoniales que, además de conseguir una altura lírica importante, difundieron textos de libertad y para contribuir a la libertad de la ciudadanía española, tan necesitada entonces. Entre estos poetas, como indiscutibles arietes de influencia estética y ética, Carlos Álvarez y Antonio Hernández ocupan lugares preferentes. Poetas de raigambre andaluza, de verso fluido y transparente, consiguieron dejar una huella perdurable entre los jóvenes que, tras la muerte de Franco, se aventuraron por los caminos intrincados de la poesía.
Las ilustraciones de la cubierta y del interior son obra de Fernando Ferro.