AA.VV
El 16 de marzo de 2020 recibimos la orden de retirarnos a nuestroshogares, con el fin de evitar el contagio masivo por un virus que puso patas arriba el Planeta. Y, como si fuera una premonición de PinkFloyd en 'Wish you were here' tuvimos que "intercambiar nuestro papelsecundario en la guerra, por el rol de protagonistas en una jaula". No sabíamos cuánto iba a durar, ni cómo lo íbamos a gestionar. Pero fuela oportunidad para enredarnos en nuestra creatividad, en el formatoen que mejor nos sintiéramos cada cual: fotografía, collage, pintura,vídeo, poesía, ensayo, performance, relato, podcast, etc. Se tratabade plasmar nuestro estado anímico, en tono irónico, jocoso,surrealista, dadaísta, poético, dramáticoà según nos lo pidiera elcuerpo. Decía Montaigne que la palabra escrita es una melodíacomplementaria en la sinfonía de la vida, un buen ejercicio paraaclarar la mente, sosegar las pasiones, afinar la sensibilidad yanimar la conversación. Y, sin hacernos eco de las conspiranoias, ysin la ambición de conseguir resonancia pública, pero desempeñando,con sencillez y honestidad, nuestro cometido en