John Fowles afirmaba que una de sus motivaciones para escribir era imaginar a sus personajes en situaciones límite para ver cómo respondían. En El coleccionista, considerado el primer thriller psicológico moderno, ubicó a los personajes principales en una de las situaciones más extremas imaginables para dos personas, y el resultado fue una novela magistral que ha sido leída por miles de lectores a lo largo de los años. Frederick es un solitario burócrata municipal que colecciona mariposas. Miranda es una radiante e inteligente estudiante de arte. Frederick la secuestra y la aloja con todas las comodidades en un sótano en su propiedad. Fowles recrea un intenso duelo psicológico, físico y cultural donde captor y prisionera intercambian papeles con sadismo, cada cual defendiendo sus propios fines: Miranda
desea recuperar su libertad, Frederick quiere ser aceptado como un igual por el objeto de su obsesión.